Rastro digital

Hacia el control de nuestro rastro digital

La identidad es uno de los principios más importantes de la digitalización y un reto enorme para que organizaciones e individuos consigamos una experiencia virtual plena y sin riesgos.

Un registro único de nuestros datos personales y nuestra actividad 'online', seguro y controlado por el propio usuario, es un requisito indispensable para avanzar hacia nuevos paradigmas digitales basados en la ciberseguridad y la descentralización.

Pero, además, la identidad digital promete desdibujar aún más las fronteras entre el mundo físico y el virtual facilitando la autenticación y la integración de servicios.

El ecosistema emprendedor juega un papel fundamental en el desarrollo de este concepto y de la tecnología que lo sostiene. En el camino hacia esta nueva noción de nuestro “yo virtual”, la regulación y la innovación avanzan a grandes pasos.

Identidad digital: yo soy yo y mi historial de búsquedas

La mayor parte de la información que nos define e identifican, desde nuestras circunstancias hasta nuestros gustos, experiencias y hábitos, tienen un reflejo en el mundo virtual.

Toda eso se ha convertido en un valioso activo para una economía cada vez más basada en los datos.

Sin embargo, hoy en día, esa enorme cantidad de información se encuentran segmentada en un sinfín de proveedores de servicios.

Para hacer frente a estos problemas de ciberseguridad, privacidad e interoperabilidad, la discusión en torno a nuestro “yo virtual” ha llegado hasta el concepto de identidad digital soberana (SSI, por sus siglas en inglés).

Esto se basa en que los usuarios recuperen el control de sus datos.

"La identidad soberana abre las puertas a la propiedad de la propia identidad".
Cai Felip
CEO de Union Avatars, startup española dedicada a la gestión
de la identidad digital a través de avatares fotorrealistas.

Las startups que redefinen nuestro “yo virtual”

En el centro de la identidad digital soberana está el concepto de 'wallet' o cartera de identidad digital, donde se almacena la información personal del usuario.

Para que esto tenga éxito, es fundamental identificar casos de uso que aporten un valor añadido y novedoso a la relación entre ciudadanos, empresas y administraciones.

En España, Union Avatars ofrece a los usuarios control y portabilidad de su identidad digital entre plataformas.

A partir de la generación de avatares, adaptan la identidad de la persona a los diferentes mundos virtuales que conformarán el metaverso.

También destacan startups como Gamium, que desarrolla la identidad digital en el marco de un proyecto de metaverso descentralizado; o Gataca, nacida en el seno del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), cuyos productos incluyen un 'wallet' digital para 'smartphones' y una plataforma de 'software' para la gestión y verificación de credenciales.

América Latina también es hogar de propuestas interesantes, como la de la brasileña Unico, que ofrece soluciones de autenticación biométrica y firma digital.

La identidad digital, estandarte público y privado

La Unión Europea prepara un Marco Europeo de Identidad Soberana (ESSIF), basado en el uso de identificadores descentralizados o DID, únicos y globales, que posibilitan la identificación de un sujeto de manera verificable y que puedan desvincularse de los registros centralizados.

Para 2024, los Estados miembros deberán facilitar un 'wallet' digital para cualquier ciudadano que lo desee. Este será válido en toda la Unión Europea. Las organizaciones deberán aceptarlo como método de autenticación.

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