Perfil profesional

¿Cómo será el profesional del siglo XXI?

En los últimos años la tecnología evolucionó a una velocidad sin precedentes. Blockchain, Inteligencia Artificial, Computación Cuántica, gemelos digitales y automatización robótica son solo algunos conceptos que abandonaron la “ciencia ficción” y se hicieron parte de nuestro día a día.

El futuro nos alcanzó y con él llegaron nuevos retos. Una pregunta necesaria para estos tiempos es: ¿cuál es el perfil ideal del profesionista del siglo XXI?

Para Fernanda Rocha, especialista en innovación, la respuesta es clara: se terminó la era de la rivalidad entre ciencias exactas y sociales; ahora es necesario que todos tengamos conocimientos de ambos mundos.

La fundadora de Blackbot, compañía mexicana enfocada en diseño, creatividad e innovación, dijo en entrevista para Innovación GS, que el 2024 debe ser un año de reflexión, “luego del boom de tecnologías, descubrimientos e IA que tuvimos en 2023, necesitamos pensar en dónde estamos y hacia dónde queremos llegar”.

Empresas, gobiernos e instituciones educativas tienen la obligación de evaluar cómo nos afectará a nivel social el cambio de paradigmas tecnológicos que estamos viviendo.

Primeros riesgos

Si el desarrollo de nuevas tecnologías no se acompaña de reflexión y educación, nos enfrentaremos a grandes peligros, señaló Fernanda Rocha, quien también es miembro de Global Insight Network.

Estamos entrando a una “burbuja tecnológica” que podría deshumanizarnos, “una nueva realidad donde la reflexión, los sentimientos y el bienestar humano, poco a poco son sacrificados en el altar de los resultados y el desarrollo voraz que exige esta era de innovación y tecnología”.

Un nuevo rumbo

El crecimiento tecnológico trajo como consecuencia un auge de las disciplinas STEM Science, Technology, Engineering and Mathematics (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).

“Fue parte de un proceso obvio, pero como consecuencia de esto, en los últimos años se descuidaron las ciencias sociales”.

El “menosprecio” a las humanidades ha empezado a cobrar factura, “por eso las empresas están volteando a ver una vez más a los psicólogos, antropólogos, sociólogos, etcétera; pues es evidente que el auge de la tecnología debe complementarse con el factor ético y humano”.

¿Cuáles son los límites éticos en el uso de IA?, ¿cómo cambiarán estas tecnologías nuestras interacciones sociales?, ¿cómo evitar que esto nos deshumanice? Son preguntas que hoy nos hacemos, y para encontrar respuestas, las ciencias sociales serán indispensables.

Un nuevo perfil

El profesional del siglo XXI deberá tener un perfil híbrido, “ya sea ingeniero o sociólogo, será indispensable que tenga nociones de los dos mundos: el tecnológico y el humanístico”.

Los científicos sociales están obligados, como nunca antes, a entender las tecnologías y los nuevos desarrollos de IA, conocer conceptos básicos de programación, entender cómo funcionan los robots y, sobre todo, utilizar estos conocimientos al servicio de sus disciplinas.

“Pero también, los desarrolladores, ingenieros o profesionales de las ciencias duras, tendrán que desarrollar habilidades emanadas de las ciencias sociales, para estar conscientes de las implicaciones y consecuencias que el uso de estas herramientas, pueden tener a nivel social”.

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