Manus, la nueva IA china que busca destronar a OpenAI

La inteligencia artificial china Manus ha generado gran expectativa en el mundo tecnológico.
Lanzada el pasado 6 de marzo, su primera demostración pública acumuló más de doscientas mil vistas en menos de 12 horas, provocando una avalancha de solicitudes de acceso a su beta cerrada.
Desarrollada por Ji Yichao, cofundador de Butterfly Effect y creador del navegador móvil Mammoth, Manus se presenta como un agente de IA, capaz de realizar tareas complejas de principio a fin: desde análisis financiero hasta planificación de viajes o selección de propiedades.
También puede navegar en la web de forma autónoma y mostrar en tiempo real cómo trabaja.
Una IA poco transparente
Su rendimiento ha llamado la atención. Según el benchmark GAIA, superó en todas las categorías a DeepResearch, el modelo de OpenAI. Sin embargo, varios expertos cuestionan la falta de transparencia sobre su arquitectura y financiamiento.
Actualmente, el acceso está limitado a una beta por invitación, lo que ha disparado la demanda.
En plataformas de reventa, los códigos de acceso se cotizan hasta en 50 mil yuanes (alrededor de 6 mil 900 dólares), lo que ha generado críticas por una posible estrategia de marketing basada en la exclusividad. Otros opinan que se trata de una medida para evitar la saturación de servidores.
Aunque la demostración ha sido bien recibida, algunos especialistas señalan desafíos técnicos, como interacciones limitadas en tareas más exigentes y problemas de acceso por la alta demanda. También hay dudas sobre si las expectativas están siendo infladas por estrategias publicitarias.
China vs Estados Unidos
El surgimiento de Manus ocurre en un momento clave para la inteligencia artificial en China. A principios de año, el modelo DeepSeek R1 también ganó notoriedad como alternativa a ChatGPT, y el sector sigue atrayendo fuertes inversiones.
En días pasados, el canciller Wang Yi reiteró el compromiso de China con la innovación tecnológica, pese a las restricciones impuestas por otras potencias.
La carrera por la IA refleja la rivalidad creciente entre Estados Unidos y China. Mientras Washington busca frenar el avance asiático en áreas clave como los semiconductores o restringe aplicaciones como TikTok, Pekín mantiene el veto a plataformas estadounidenses como Google, Facebook, WhatsApp o Instagram.
Con Manus, China no solo lanza un nuevo competidor, sino que refuerza su ambición de liderar la próxima generación de inteligencia artificial.
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