Innovación de un genio

La innovación de un genio: Einstein en 5 viñetas

1. Debido posiblemente a su innata curiosidad que lo hacía observar todo, Einstein no pronunció palabras hasta los tres años y ya siendo adolescente, su maestro de séptimo año el Dr. Joseph Degenhart le dijo las siguientes palabras: “Nunca lograrás nada en tu vida”. Pese a lo anterior, el futuro físico se encerraba en un taller improvisado en la parte trasera de su casa con su tío paterno, un inventor cuyos trabajos no fructificaron debido a que sus aparatos resultaban demasiado “futuristas” para las personas de la época y debido a ello no lograban venderlos.

2. Fue una brújula, regalo de su padre a sus cuatro años, el artefacto científico que lo haría cuestionarse desde pequeño las leyes del mundo, del cosmos y del universo entero: ¿por qué su aguja imantada apuntaba siempre hacia el norte, se encontrara donde se encontrara?, ¿a qué se debía esa fuerza natural?, ¿cuál era la verdadera explicación para que alguien no pudiera perderse nunca si contaba con una brújula en su bolsillo? Estas y otras preguntas lo orillaron a buscar respuestas en los libros que poco a poco fomentaron su indiscutible genio.

3. A pesar de lo que se cree, un seis no fue una calificación baja para Einstein, de quien se dice que fue “un mal estudiante” por haber obtenido esas notas, pues en Suiza, a donde el futuro premio Nobel llegó a la edad de dieciséis años, la calificación más sobresaliente era precisamente seis, contrario a lo que pasa en Alemania y por su supuesto en México, donde la misma calificación es sinónimo de poco o nulo aprovechamiento escolar. En todo caso, los malos comentarios académicos que existen sobre él, se deben a que no soportaba la rigidez del sistema educativo alemán, pues su curiosidad nata lo motivaba a cuestionar sobre todo a sus profesores, quienes no veían con buenos ojos que alguien tan retraído fuera al mismo tiempo tan “preguntón”.

4. Aunque las matemáticas fueron la vía por la cual hizo sus grandes aportaciones a la humanidad, nunca negó que la perseverancia y la paciencia para sus estudios científicos las desarrolló gracias al estudio del violín, noble pasatiempo inculcado por su madre quien tocaba el piano y gracias a ello pudo transmitir a su hijo el amor a la música.

5. En 1905, un joven Albert Einstein de veintiséis años innovó el mundo de la física con cinco publicaciones que pusieron al mundo de cabeza, una de ellas, referente al efecto fotoeléctrico le valió el premio Nobel de Física en 1921 al comprobarse que la luz posee la propiedad de que puede comportarse como partículas y también como ondas. Con esta aportación innovadora, ahora podemos gozar de artefactos como la televisión, el radio, las computadoras, el internet y hasta los teléfonos celulares que todos traemos en nuestros bolsillos.

Si quieres conocer más sobre este gran innovador, lee este artículo de Universo Socio.

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