Préstale atención
a los síntomas
Aunque podemos llegar a minimizarlos, el dengue
es una enfermedad que puede ser mortal.
Por eso es importante prevenir, identificar y actuar de inmediato.
Conoce todos los aspectos para detectarlo y curarlo a tiempo:
La prevención la hacemos todos. Infórmate, participa y actúa
Dengue Síntomas
Identifica y atiende
El dengue es curable si se atiende a tiempo, por eso presta mucha atención a sus síntomas. Presenta síndromes clínicos variables, es autolimitada y puede ser incapacitante temporalmente. Los síntomas suelen aparecer entre 4 y 10 días después de la picadura del mosquito infectado.
Se describen 3 fases: febril, crítica y de recuperación
Fase febril
Dura de 2-7 días y se caracteriza por:
Fiebre alta repentina
Rubor facial
Dolor detrás de los ojos
Dolor en las articulaciones y músculos (a veces llamado "fiebre de los huesos")
Erupción cutánea
Náuseas y vómitos
Cansancio extremo
Sangrado leve (como sangrado de encías o moretones)
Problemas que pueden presentarse en la fase febril:
Deshidratación; la fiebre alta puede asociarse a trastornos neurológicos, y convulsiones en los niños pequeños.
Fase crítica
Dura de 24 -48 horas.
Los pacientes empeoran con la caída de la fiebre. Se da cuando se trata de dengue grave que disminuye los glóbulos blancos y las plaquetas provocando hemorragias internas y falla orgánica.
Problemas que pueden presentarse en la fase crítica:
Choque, hemorragias graves, compromiso serio de órganos.
Fase de recuperación
Cuando el paciente sobrevive a la fase crítica (la cual no excede las 48 a 72 horas), pasa a la fase de recuperación. Hay una mejoría del estado general, se recupera el apetito, mejoran los síntomas gastrointestinales, se estabiliza el estado hemodinámico, y se incrementa la diuresis.
Problemas que pueden presentarse en la fase de recuperación:
Hipervolemia (si la terapia intravenosa de fluidos ha sido excesiva o se ha extendido en este período).
Dengue Diagnóstico
Solo un médico puede diagnosticar
Esta enfermedad viral puede confundirse con otras, por lo que es importante que asistas a un médico. Se transmite por el mosquito hembra “Aedes aegypti.” Es prevalente en regiones tropicales y subtropicales del mundo.
El diagnóstico se realiza con una entrevista médica en donde se preguntará la fecha del inicio de la fiebre, los síntomas que se acompaña, el diagnóstico de familiares o vecinos, viaje a zonas endémicas de dengue y presencia de alguna enfermedad o alergias que se padezcan.
Es importante destacar su diagnóstico es primordialmente clínico. Se mandarán estudios de laboratorio para confirmar y evaluar el estado de salud como biometría hemática, química sanguínea.
Para confirmar el diagnóstico de dengue, se realiza la detección del antígeno NS1 en sangre durante los primeros 5 días, anticuerpos IgM a partir del sexto día o anticuerpos IgG en caso de que los anteriores fueran negativos. También se puede realizar PCR para dengue.
Dengue Tratamiento
Con un tratamiento correcto,
el dengue es curable
No existe un tratamiento antiviral específico. El manejo de la enfermedad generalmente incluye:
Hidratación: Mantenerse bien hidratado es crucial. Se recomienda beber líquidos como agua o sueros orales.
Control de fiebre y dolor: Los analgésicos como el paracetamol pueden ayudar a controlar la fiebre y el dolor. Es importante evitar el uso de aspirina y antiinflamatorios no esteroides (AINEs), ya que pueden aumentar el riesgo de sangrado.
Atención médica: En casos graves, se requiere atención médica urgente para tratar complicaciones como el dengue severo. Es fundamental monitorear los síntomas y buscar atención médica si hay signos de empeoramiento.
Esta enfermedad puede ser grave, pero con medidas adecuadas de prevención y tratamiento oportuno, es posible manejar y reducir el riesgo de complicaciones. La educación sobre la prevención y la participación en la eliminación de criaderos de mosquitos son claves para controlar la propagación de esta enfermedad.
Dengue Prevención
Mejor que curar el dengue, es evitarlo
Para prevenir, es esencial reducir el riesgo de picaduras de mosquitos y eliminar sus criaderos.
Eliminar criaderos de mosquitos:
Vaciar, limpiar o cubrir recipientes que acumulen agua estancada (por ejemplo, cubos, macetas, neumáticos viejos).
Cambiar regularmente el agua en los recipientes de plantas.
Usar repelentes:
Aplicar repelente de insectos que contenga DEET, picaridina o aceite de eucalipto limón en la piel expuesta.
Usar ropa protectora:
Vestir ropa de colores claros y de manga larga para reducir la exposición de la piel.
Instalar mallas y mosquiteros:
Colocar mosquiteros en ventanas y puertas para evitar que los mosquitos entren en casa.
Eliminar criaderos en el entorno:
Participar en campañas comunitarias para eliminar depósitos de agua estancada en la comunidad.