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Mamás del reino animal

Mamás del reino animal

La naturaleza es infinita y nunca deja de impresionarnos. Y dentro de ella, quizá una de las características más asombrosas dentro de este concepto sea la maternidad.

Es un hecho que nadie nace sabiendo ser madre, se aprende en el camino. El instinto y amor están en cada especie de este planeta; esa actividad heroica en la que la madre hará lo que sea por la preservación de su descendencia.

Cuando una hembra se convierte en madre, de inmediato la sobrevivencia del bebé es lo más importante. Cada madre, según su anatomía y hábitat, vive la aventura de procrear, cuidar y ver crecer a la cría, según sus condiciones. Y esta condición no sólo implica que la cría sea propia, de hecho, puede ser de otra especie.

Se han registrado casos de madres animales que encuentran a cachorros de otra especie, y para maravillarnos, las cuidan como si fueran suyos.

Por eso queremos compartir contigo una selección de las mejores madres del reino animal:

1.- Mamá orangutana (la más paciente)

En general, estos animales solitarios y pasan la mayor parte de su vida en árboles. Sin embargo, su modo de existir es peculiar y esto naturalmente tiene efectos en cómo se reproducen. En un área determinada, el macho suele habitar con un grupo de hembras, cada una con sus crías y no conviven entre sí.

La gestación de un orangután suele durar aproximadamente ocho meses. Desde la llegada de la cría, cada noche la madre hace un nuevo nido para acurrucarse con su recién nacido. Como mamífero, se alimenta de leche materna hasta los ocho años aproximadamente.

Esta parte de la vida de la cría la vive colgado de la panza de su madre, literalmente anclado. La dependencia hacia ella no es únicamente en alimento, sino en contacto y determina la sobrevivencia de la cría en un 100%, más que en otro animal.

De hecho, las hembras orangutanes pueden pasar hasta siete años sin volver a preñarse. Pero esta tolerancia no termina aquí. Si el “bebé” es hembra, permanece mucho más tiempo pegada a la madre.

Investigaciones han concluido que no es dependencia. El apego se debe a que ellas permanecen aprendiendo de su madre todas las conductas propias de su especie, para que cuando llegue el momento, críen a sus propios bebés. Así, las observan cuidarlos y aprenden la importancia de la sobrevivencia de sus hijos.

2.- Mamá oso polar (la más preparada)

Como la orangutana, la osa polar es madre soltera. Meses antes de dar a luz, duplica su peso para mantenerse lo suficientemente fuerte en el próximo y largo periodo de ayuno, (ocho meses aproximadamente) durante el cual, lo principal será alimentar a sus crías.

Regularmente paren en invierno, por lo que al acercarse cavan en el hielo, el que será su resguardo durante los meses venideros, exclusivos para alimentar a sus oseznos. En este periodo, la mamá no puede ingerir alimento ni salir de su guarida, sobrevive en estado de hibernación parcial, nutriéndose de la grasa corporal que acumuló hasta que sea tiempo de salir y enseñar a sus crías a andar en la nieve. Tras un largo proceso de adaptación, ella los inicia en el mundo de la caza.

3.- Mamá elefante (la más guía)

Un bebé elefante es una de las criaturas más tiernas que existen. Pero pocos saben cómo comienza la vida de estos seres. En principio, la gestación de un elefantito dura 22 meses y cuando llega el momento de salir, encontramos al bebé más grande del mundo, pesando la "moderada" cantidad de 90 kilos.

Pese a su buen tamaño, nacen ciegos y ello hace que la madre y las hembras de su manada, sean los ojos del pequeño, además de que todas o alimentan hasta que su trompa adquiera la suficiente fuerza para beber agua e ingerir hojas. De hecho, aunque ya sean capaces de alimentarse solos, la cría transcurre aún tres o cinco años bebiendo leche materna.

4.- Mamá pulpo (la más valiente)

En promedio, un pulpo hembra puede depositar hasta 50,000 huevos por fecundación. Aunque parezca mucho, los huevos de pulpo son uno de los manjares preferidos de las criaturas marinas.

El instinto de protección ha llevado a esta especie a mantenerse los 40 días que dura la incubación, al lado de ellos sin separarse. Durante ese tiempo, la mamá pulpo no come y es frecuente que cuando los huevos están listos para eclosionar, ella fallezca. La mamá pulpo literalmente entrega su vida por sus crías.

5.-Mamá cocodrilo (la más protectora)

Aterradora para muchos, madre ejemplar en el reino animal. Ellas construyen un nido con materia orgánica en descomposición para incubar a los huevos. En este espacio, las madres pueden determinar el género de de los retoños según la temperatura.

Una vez que está listo, se dedican a protegerlos de cualquier amenaza, incluso de otros cocodrilos, por un periodo que va desde 65 hasta 95 días. El ferviente instinto aflora en su máximo esplendor cuando por fin nacen las crías. Si nos detenemos a pensar qué es lo más imponente de un cocodrilo, muchos contestarán que sus fauces. Pues bien, una vez fuera del cascarón, la madre deposita a sus pequeños en su hocico, un lugar que será su hogar por un año o más.

Con este increíble top, queda de manifiesto que lo más importante para una madre, son crías.

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